viernes, 27 de abril de 2012

COMOPOSICION ARQUITECTONICA
La asignatura de composición se dedica específicamente al estudio de la forma arquitectónica. Partiendo de “que estudiar” no equivale a teorizar.
El semestre pretende que el alumno adquiera por si mismo una base argumental solida, un criterio bien sentado que le permita enfrentarse a las dificultades practicas con “buenas razones”, es decir, mediante procesos lógicos conseguidos tras una elaboración reflexiva. Así, se busca que los contenidos teóricos de la asignatura ayuden tato a comprender las cuestiones formales como a tomar decisiones fundamentales.
La asignatura abarca dos campos complementarios: el del desarrollo teórico, que tratara de hacer manifiesta la lógica interna de las formas, y el de la actividad practica, que perseguirá la máxima coherencia posible entre análisis y solución y propuesta formal. En consecuencia, el semestre comprenderá tantos lexicones teóricas como explicación y desarrollo de trabajos prácticos de composición, los cuales partían de la aceptación de una ordenación dada, que en ocasiones deberá desdecirse de un ejemplo propuesto.
El objetivo del semestre es presentar la composición como una disciplina compleja, pero inteligible, capaz de integrar la experiencia individual (del estudiante de arquitectura) con la experiencia social de la que necesariamente participa. La complementariedad teórico-practico que la asignatura ofrece permitirá insertar en la cultura arquitectónica contemporánea la labor del diseño del alumno, la cual podrá, de este modo, trascender el hábito personal.
CONTENIDOS BASICOS
La asignatura de composición arquitectónica establece unos contenidos básicos, que son comunes a todos los grupos que se imparte. La importancia relativa de estos contenidos, el orden en que se exponen, los criterios con que se organizan y el modo en que se relacionan sus aspectos teóricos y prácticos son, en cambio, peculiares de cada uno de dichos grupos y se desarrollan de acuerdo con su correspondiente programa, los citados contenidos son los siguientes:
1.- el concepto de composición: relación con otras materias y especificidad disciplinar, su vigencia con el proyecto contemporáneo; las fuentes de la composición moderna. El entendimiento formal de la composición: la forma como imagen y como estructura.
2.- forma y percepción visual: la concepción gestáltica; configuraciones, esquemas perceptivos y leyes básicas.
3.- historia y proyecto: el material histórico: la historia operativa; repertorios y procedimientos históricos.
4.- el concepto de tipo: singularidad y generalidad de la obra de arquitectura.
5.- la relación entre forma y función: funcionalismo y expresión formal de los programas; diagramas funcionales y esquemas tipológicos, la relación entre forma y significado, lenguaje y carácter; las funciones simbólica y monumental. El orden constructivo; forma y lógica constructiva; modelos y expresión tecnológica.
6.-el concepto del lugar: organización y caracterización del lugar, la ciudad como estructura formal: modelos urbanos: esquemas de trazado: sistemas de espacios y solidos: ciudad tradicional y ciudad contemporánea: relaciones de contexto y conformación: la intervención de la ciudad preexistente.
7.- el anteproyecto arquitectónico: en el cual se debe de hacer el enlistado de locales, el diagrama de burbujas, la matriz de relaciones, el diagrama de flujos, la tabla de requisitos y buscar 3 anteproyectos.
8.- anteproyecto terminado: en donde se hacen plantas arquitectónicas, y maqueta del anteproyecto del cual será de una residencia habitacional de playa.

jueves, 26 de abril de 2012

La Composición Arquitectónica

La composición ha sido siempre el centro del hacer arquitectónico. Es en este proceso en el cual se sintetizan todas las variables del problema y se estructura una propuesta que cumple de manera integral las necesidades planteadas en el programa. 
Se le conoce como un proceso de “caja negra”, porque sabemos la información que se integra y podemos conocer el resultado, pero no siempre es claro el funcionamiento interno del proceso. Mucho se ha hablado de la creatividad como una habilidad exclusivamente humana, que sin intervención consciente del sujeto, puede crear combinaciones inéditas.
 Sin embargo, es este proceso clave el que justifica el hacer arquitectónico y le da validez a una propuesta que no expresa de manera explícita en sí misma los objetivos que le han dado origen. Si no fuera por el proceso complejo de la composición, podría pensarse de más de una obra de nuestro tiempo que es solamente un capricho formal sin fundamento.
También se habla de cómo este proceso puede aprenderse, pero difícilmente enseñarse.


Pasos del Proceso: 
1- Acopio de Informacion
2- Conceptualizacion
3- Estructura Formal y Espacial
4- Formulacion del Proyecto


Factores del Proceso: 
Aunque a través de la historia el peso relativo asignado a cada variable ha cambiado, podemos considerar trascendentes los siguientes factores:

LAS NECESIDADES BÁSICAS:
 Todavía siguen siendo válidas las palabras de Vitrubio, que exigía a cualquier obra arquitectónica que fuera útil, firme y bella. A fin de cuentas, se espera cierta permanencia y utilidad por parte de las estructuras para que justifiquen su existencia. Pero además debemos considerar el aspecto estético dentro de las necesidades básicas al considerar la complejidad de nuestras sociedades y las altas expectativas que se tienen hacia la arquitectura.

EL CONTEXTO: 
Las variables del entorno no solamente guían el proyecto, sino que permiten al diseñador responder de una manera tal que garantice una propuesta válida e irrepetible. Los determinantes de diseño derivados del contexto natural y social son básicos para formular una obra arquitectónica valiosa para la comunidad en la que se inserta.

LAS NECESIDADES DEL CLIENTE: 
Ya sea un cliente individual, una familia o la sociedad como conjunto, sus necesidades guían el proceso de composición y permiten formular criterios de evaluación. El programa arquitectónico integra estas necesidades como aspectos cuantitativos y cualitativos que generan requisitos de diseño muy claros.

LOS ESTILOS Y LA HISTORIA: 
Estos factores, aunque pueden formar parte de las necesidades del cliente y las variables del contexto, forman parte de la Teoría de la Arquitectura y del contexto cultural, que en ocasiones pueden llegar a ser absolutamente inflexibles. En una época en la que se decía “la forma sigue a la función” y “me- nos es más”, cualquier otra postura era vista como difícilmente válida. Cada obra es resultado en gran parte, de la época y la cultura que le dieron origen.

La Conceptualización
Como en muchos de los procesos de investigación, la etapa de registro de la información pertinente puede tomar mucho tiempo y recursos y al mismo tiempo parecer poco productiva. Esto es porque el resultado no surge espontáneamente de dicha información.
Se llama aquí “conceptualización” a la etapa en la que toda la información se integra en una propuesta que busca al mismo tiempo ser eficiente y original. En la antigüedad le llamaban “partido” o “parti” a la idea con la que se inicia la gestación de un proyecto. Podía ser una analogía o una metáfora. Un concepto abstracto o una forma física concreta. Pero en todos los casos se ha enfatizado la importancia de conservarse fiel a esta idea original a lo largo del proceso en el que se ajustan las variables físicas, formales, espaciales y estructurales del proyecto para evitar que pierda fuerza y se vuelva simplemente “ruido de fondo” en su contexto.
La conceptualización exige habilidad, conocimiento de las variables involucradas así como de la historia y a veces, mucha paciencia.
Grandes arquitectos de la historia han trabajado de maneras muy diferentes, desde aquellos que han pretendido racionalizar el proceso siguiendo pasos “mecanizados”, hasta aquellos que no ocultan una postura artística como un ingrediente fundamental y claman, como Miguel Angel, que la obra estará lista “cuando esté lista”.
Queda claro que el tiempo es un factor clave. Por eso se le dice al estudiante de arquitectura que procure que “cuando la musa llegue, te encuentre trabajando”. Y es que no siempre es fácil que las cosas “se acomoden” cuando se trabaja bajo presión, pero es ciertamente imposible que esto ocurra cuando nadie está apresurándonos.
En esta etapa es fundamental registrar cada idea de manera gráfica, ya sea haciendo croquis sencillos o conservando.